miércoles, 25 de agosto de 2010

Los aplausos, al teatro

La fecha 3 del Apertura no fue para nada lo esperado; solamente River e Independiente dieron un espectáculo a la altura de las expectativas, con 5 goles y emociones varias. Racing-San Lorenzo también fue buen cotejo. Pero con 19 anotaciones en 10 partidos, el promedio de emociones sigue en deuda...

Seguimos con un nivel muy mediocre en Primera División. También en la B Nacional y B Metropolitana. Con innumerable cantidad de empates (sobre todo 0-0), encuentros cerrados, escaso juego creativo y entretenido.

Todo tiene una razón. Considero inentendible que la gente ovacione y endiose a jugadores que poco lo merecen. Que Almeyda sea aplaudido por toda la cancha de River, habla de la pobreza y devaluación de nuestro fútbol. Lo mismo que el caso de Pablo Lugüercio, por citar algunos ejemplos.
En el caso del primero, con 36 años (en diciembre serán 37), hablamos de un tipo que solamente corre, se tira a los pies del rival y que pega sin asco. ¿Los millonarios dónde habrán dejado aquella escuela del paladar negro?
Mientras que el Payaso es pura voluntad, pero es delantero. Y debe ser de los menos efectivos en nuestro país. 25 goles en 177 partidos (0,14 promedio) es inaceptable.

Que se reconozca tanto a maratonistas hace que, indefectiblemente, podamos calificar de horrible el nivel que vemos en los campos argentinos. Aunque por otro lado, la paridad y la pasión de la gente lo hacen sobrevivir.

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