lunes, 5 de julio de 2010

Pensalo Diego, pensalo


Fuiste el más grande de todos. Argentino gracias a Dios. Hiciste más enorme a nuestro fútbol. Nos conocen en todas partes del planeta gracias a tu nombre y apellido. Cuando vamos a un Mundial, soñamos y nos morimos por alcanzar la gloria que nos viene siendo tan esquiva últimamente. Gloria que vos supiste conseguir y que generó la mayor de las alegrías del pueblo futbolero de nuestro país. Nunca olvidaremos que por la celeste y blanca dejabas todo, nunca vamos a dejar de acordarnos que jugabas pese a lesiones, dolores, tobillos a la miseria. Así y todo te ponías el equipo al hombro y la rompías fin de semana tras fin de semana. Pero todo eso fue como jugador.

Diego sos imputeable, es imposible hacerlo. Nos diste todo, nos hacés emocionar año tras año. Te admiramos y la figura de la leyenda que vos mismo te ganaste no se borrará jamás.
Y te banco a muerte, pero necesito que abandones el cargo de entrenador de la Selección. Se me hace complicado cuestionarte esto, lo otro, aquella decisión... Siento que me estoy fallando a mí mismo. Como si fuera en contra de mis principios.

Necesito que entiendas que lo mejor tuyo estuvo en otro momento y en otra función. Te estamos eternamente agradecidos, pero como técnico tenés mucho que aprender todavía. No es para cualquiera. Te lo pido por favor. Porque vos, pase lo que pase, siempre vas a estar en nuestros corazones.

1 comentario: