viernes, 5 de noviembre de 2010

El retiro de un gigante

Fabricio Raúl Jesús Oberto nació un 21 de marzo de 1975 en Las Varillas, provincia de Córdoba. Hoy, con 35 años de edad, anunció que abandona la práctica profesional del básquet por problemas cardíacos que lo venían afectando en este último tiempo con mayor intensidad.

Se nos va un jugador excelente, pero por sobre todas las cosas buena persona. Tranquilo, ganador y sacrificado. Incomparable disciplina táctica para jugar y estar a disposición del equipo. Se ganó el mote de obrero de lujo por su inteligencia y éxito para realizar los trabajos más sucios dentro de las canchas. Sin ser nunca un jugador que se destacara por su espectacularidad, fue clave en todos los clubes por donde pasó, en la Selección, ganó de todo y hasta se desempeñó varios años en la NBA.

El para muchos mejor pivote de la historia del conjunto argentino, inició su carrera en Atenas en 1993 y se fue en 1998 con 6 títulos bajo el brazo (una Liga Nacional). Desembarcó en el Olympiacos griego, donde jugó un año. Pasó a Tau Cerámica (España), brillando desde 1999 a 2002 y obteniendo la Copa del Rey 2001/2002 y la Liga ACB 2001/2002. El último escalón europeo fue Pamesa Valencia entre 2002 y 2005, que fue donde alzó la Copa ULEB 2002/2003.

Recaló en la NBA, contratado por San Antonio Spurs y compartiendo plantel con su compañero y amigo Manu Ginóbili. Allí estuvo desde la temporada 2005/2006 hasta la 2008/2009. Consiguió el anillo de campeón en la 06/07, cuando los Spurs vencieron 4-0 a Cleveland en la final. Y su noche de gloria goleadora fue el 11/8/2006, cuando le anotó 22 puntos a Phoenix. También jugó en Washington Wizards toda la 2009/2010 y ahora había sido fichado por Portland Trail Blazers para la actual campaña.

Pilar y estandarte de la celeste y blanca, fue campeón en el Panamericano 95 y Premundial 2001, subcampeón en el Mundial Indianápolis 2002, medalla de oro Atenas 2004 y bronce Beijing 2008. Estuvo en 4 mundiales y en tres Juegos Olímpicos.

Amante de la guitarra y de la comunicación -hace un programa radial llamado "De todo menos básquet"-, se dio el lujo de dejar a la actividad y evitar que fuera al revés.
Termina una etapa en su vida, pero comienza otra igual o mucho mejor, cuidando su salud, disfrutando de su familia y tal vez hasta aportando sus valores de juego y filosofía de vida desde algún lugar que lo tenga ligado al básquet.

MUCHAS GRACIAS POR TODO.

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