La crisis gana por goleada

Siempre fui un apasionado del fútbol, de hecho lo sigo siendo. Aunque últimamente aburre demasiado, sobre todo el argentino, y por eso comencé a prestarle más atención a otras disciplinas, principalmente el básquetbol.

Resulta insoportable leer una revista o un diario, escuchar una radio o mirar alguna transmisión deportiva post fecha del fin de semana, o mismo una previa a la jornada que se viene. Todos los tópicos que se tratan hablan de lo mismo: "Si Zubeldía pierde el domingo, dejaría el cargo", "Borghi podría irse de Boca", "Cappa fue echado del banco de River", "En Quilmes ya suena Caruso Lombardi (actualmente en Tigre) por si Madelón no consigue levantar cabeza al plantel (está hace 2 fechas...)". Y así sucesivamente. Es la historia de nunca acabar, la maldita vorágine del fútbol muchas veces generada por la ansiedad periodística de comunicar una novedad. Pero sepan que cansan y perjudican.

¿Por qué no debatir sobre cuestiones netamente de la competencia? Por qué Quilmes tardó 14 fechas en ganar, por qué la línea de 3 de Boca no funciona, qué le falta a River para despegar, si está bien que Ramón Díaz haga tantos cambios partido tras partido, por citar algunos ejemplos nada más.

¿Cuándo empezará el fútbol a proporcionar números estadísticos útiles que hablen por sí solos? En el básquet son muy comunes y ayudan a entender muchos aspectos del juego.
Por ejemplo, si hablamos de lo importante y/o determinante que es la pelota parada hoy en día, ¿es tan así? ¿Cuántos córners tira por encuentro un equipo y cuántos son gol? ¿Y tiros libres? ¿Qué tan bien le va a un equipo que plantea una formación súper conservadora en todas las canchas? Y así innumerables situaciones.

Si creemos que el retorno de los torneos largos solucionará las cosas de este deporte, estamos muy errados. Es bueno ir sabiéndolo. Argentina necesita un cambio profundo que arranque en los valores de la sociedad y de los medios.